Durante la pandemia el mundo se remeció, lo que afectó la vida social y laboral de las personas. Un punto importante en el que han indagado algunas investigaciones es que debido a la pandemia la participación laboral de la mujer disminuyó de manera importante.
¡Revisemos algunos puntos!
Retroceso en la participación laboral femenina:
Entre 2010 y 2019 se vio un alza en la participación laboral de la mujer, llegando al 52,5%, pero el 2021 esta llegó a tan solo el 46,2% (Fuente: estudio “Caída en participación laboral afectó con más fuerza a mujeres menos educadas”). Lo que significa que durante la pandemia hubo una baja significativa, retrocediendo en los avances que se habían realizado durante la década anterior.
De la mano de esto, la brecha de género también aumentó, llegando a 22,3 puntos porcentuales en 2021, superior a la 2019 y similar a la de 2017. Si no se producen cambios la brecha seguirá aumentando, no solo perdiendo los avances, si no que retrocediendo de manera considerable.
¿A qué se debe este retroceso?
Algunas hipótesis que manejan los investigadores es que los trabajos más afectados durante la pandemia fueron los con alta presencia de mujeres, y que debido a que las mujeres son las que suelen hacerse cargo de las tareas del hogar, estas fueron las que sacrificaron sus trabajos al verse sobrepasados por la pandemia y la suspensión de salas cunas, jardines y escuelas.
Esto concuerda con que las mujeres que tienen a cargo menores de tres años tienen menor probabilidad de participar en el mercado laboral. Lo cual contrasta con el caso de los hombres, donde esta variable no afecta sus posibilidades laborales. (Fuente: estudio “¿Cómo aumentamos la participación laboral de las mujeres en Chile? Evidencia, experiencia internacional y políticas públicas”)
Importancia del rol de la sala cuna
La sala cuna es de gran ayuda para detener este retroceso. No es tan solo importante que los niños reciban la educación inicial adecuada, si no que esta permite que los padres, y sobre todo la mujer, tenga tiempo para dedicarle a su vida laboral.
Para esto existe el derecho a Sala Cuna, que es el derecho que toda trabajadora tiene si cuenta con un niño menor de dos años, de que el empleador le proporcione el acceso a una sala cuna.
La autonomía económica y la autorrealización laboral es fundamental para el bienestar de la mujer y todo el hogar, es importante volver a apuntar a reivindicar los deseos de mayor equidad.
