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Juegos clásicos para que los niños disfruten la plaza

Ir a la plaza es uno de los panoramas preferidos por niños y papás, sobre todo los que viven en departamento y extrañan el jardín, vientecito y sombra que nos dan estos espacios comunes en la ciudad. 

Pero admitámoslo, si van siempre a la misma plaza, los niños ya se conocen los juegos al revés y al derecho y pueden necesitar un par de consejos e ideas para entretenerse. Pensando en esos casos, preparamos este post con 3 clásicos juegos de plaza o de “aire libre” para que disfruten. 

3 juegos para entretenerse en la plaza

Las escondidas

Es un juego universal, no hay país ni cultura que no lo juegue. Se recomienda jugar después de los 3 o 4 años porque antes a los niños les puede generar miedo o ansiedad de separación. Aunque creas que este juego es solo diversión, la verdad es que a través de él se pueden desarrollar las siguientes habilidades: el desarrollo motor, la socialización del niño, la comunicación, la toma de decisiones, la creatividad e imaginación. 

El luche

También conocido como rayuela, este es otro juego que no conoce épocas. Su secuencia numérica estimula a los niños a desarrollar el pensamiento lógico matemático. Los saltos que deben dar para avanzar dar, una mayor agilidad, coordinación y fuerza. Es sin duda un juego que ayuda al desarrollo motor de los niños. 

Se recomienda para niños mayores a 4 años para que ya conozcan los números hasta el 10 y tengo más coordinación

Saltar la cuerda

Esas tardes de recreo en el colegio saltando a la cuerda, qué tremendo ejercicio era!

Además ayuda a los niños a mejorar o adquirir coordinación de brazos y piernas, y un mayor equilibrio, velocidad y agilidad. 

¿Cómo se jugaba? Lo primero es hacer un círculo con los participantes, deben ser tres. Dos se encargarán de mover la cuerda en círculos, cada uno desde un extremo. Y otro es el que saltará.

Mientras se gira a la cuerda se comienza a cantar una melodía repetitiva, existen muchas variantes. Los jugadores deben entrar y saltar el tiempo que dure la melodía, y después salir. Se recomienda desde los 4 ó 5 años cuando los niños ya saben saltar un poco más coordinado y no se cansan tan rápido.

¿Qué otro juego clásico recuerdas? 

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