La perseverancia o persistencia es uno de los valores más importantes en la vida, se define como “la firmeza y constancia en la manera de ser o de obrar”. Nos empuja a intentar alcanzar nuestros objetivos, aún cuando hayamos errado o fracasado en el camino.
Ser persistente implica aprender de los errores y no dejarse aplastar por el peso del fracaso, es entender que sin las caídas, no se valora lo que se logra. Ahora, ¿cómo se lo podemos enseñar a los niños?
Tips para enseñarle a los niños a ser persistentes
- El primer paso para tener un hijo perseverante es que entienda qué es la perseverancia y para qué sirve. Para ello, puedes contarle historias tuyas o de otras personas que resulten inspiradoras para él.
- Siempre sé un ejemplo: como hemos repetido siempre, los niños imitan todo, sobre todo de sus padres. Sé un buen ejemplo de perseverancia para tus hijos.
- Enséñales qué es la resiliencia: seguir adelante cuando todo sale al revés no es fácil.
- La responsabilidad va de la mano con la perseverancia: dale a tu hijo algo que le obligue a buscar soluciones, a intentar alcanzar un objetivo. Por supuesto, busca actividades acordes a su edad y desarrollo.
- Ayúdalo… pero no hagas todo: los niños necesitan espacio para ser autónomos y probarse a sí mismos que pueden. Déjalo intentar, déjalo equivocarse sin que intervengas. Así también le enseñarás que pedir ayuda cuando es necesario es bueno.
