Tu hijo probablemente tendrá más resfriados o infecciones de las vías respiratorias que cualquier otra enfermedad en su vida. Se dice que sólo en los primeros dos años de vida, la mayoría de niños pequeños tendrá de ocho a diez resfriados. Y, si tienes niños más grandes hasta más debido a que los resfriados se contagian de un niño a otro con mucha facilidad.
Los resfriados son muy contagiosos, pero como todos los virus, desaparecen solos. Por eso lo clave es prevenirlos para evitar sus molestos síntomas.
Aprendamos un poco sobre ellos!
Cómo se contagian los resfriados
Los resfriados son causados por virus. El estornudo o la tos de una persona con el virus puede ser respirado por otra persona contagiándola de la enfermedad. El virus también se puede transmitir de una persona a otra de las siguientes maneras:
- Un niño o adulto infectado con el virus al toser, estornudar o tocarse la nariz, puede transferir parte del virus a su mano.
- A su vez él o ella toca la mano de una persona sana.
- Esta persona sana se toca la nariz y el virus crece en la nariz o garganta de la persona sana. Esto puede provocar un resfriado.
- Esto puede pasar una y otra vez, y el virus se transfiere de un nuevo niño enfermo o adulto a otra persona.
Entonces, como ya dijimos la prevención es la clave. ¡Revisemos algunas medidas!
Consejos para la prevención de los resfriados
- Lavarse las manos, como mínimo cinco veces al día, con agua y jabón y durante 15 segundos, es una de las formas para evitar la transmisión del virus.
- También ayuda no compartir objetos personales, en el caso de niños los juguetes.
- Si tu hijo tiene menos de 3 meses, mantenerlo alejado de personas enfermas.
- Ventilar la casa tres veces al día durante cortos espacios de tiempo evita la concentración y sequedad en el ambiente, donde quedan los virus en suspensión o sobre superficies de muebles y juguetes, esperando a entrar en contacto con las vías respiratorias.
- Toser y estornudar sobre pañuelos de papel, luego desecharlos y lavarse las manos.
- No tocarse los ojos, la nariz o la boca si no se ha lavado las manos.
- Desinfectar las superficies por lo menos una vez al día.
Recuerda siempre consultar con tu pediatra o doctor en caso de malestar de tus niños.