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La hidratación infantil entre los 6 y 12 meses

Una adecuada hidratación es un requisito para la mantención de la salud y fundamental para la vida. A pesar de que el agua a menudo se trata de manera trivial, ningún otro nutriente es tan esencial o necesario en cantidades tan elevadas.

Dentro de las funciones del agua se encuentran: 

  • Ser el medio de transporte de los nutrientes a las células del cuerpo 
  • Ser el medio de transporte para el retiro de residuos o sustancias de deshecho. 
  • También ayuda a regular la temperatura corporal mediante la redistribución del calor desde tejidos activos hasta la piel y mediante el enfriamiento del cuerpo a través del sudor 

Introducción del agua en la dieta

A partir de los 6 meses de edad se debe iniciar la alimentación complementaria con frutas y verduras, y progresivamente otros alimentos sólidos. Estos alimentos tienen diferente proporción de agua; sin embargo se debe promover el consumo de agua simple, con el propósito de crear el hábito para la ingestión, esto puede establecerse a partir de los 6 meses de edad.

Es recomendable iniciar con 30-60 ml. al día. Conforme crece el niño, se debe incrementar el consumo de agua en forma progresiva.

¿Cuánta agua deberían tomar según su edad? Recuerda que debes descontar los volúmenes de agua consideradas en las preparaciones tanto de fórmulas lácteas como alimentación complementaria.

  • Bebés de 3 meses: 750/850 ml/día
  • Bebés de 6 meses: 950/1100 ml/día
  • Bebés de 9 meses: 1100/1250 ml/día
  • Niños 1 año: 1150/1300 ml/día
  • Niños 1-2 años: 1100/1400 ml/día

Consejos para cuidar su hidratación

  • Si se alimenta mediante fórmula, es aconsejable ofrecer extra de agua, aunque sin obligar a su consumo. A diferencia de si sigue con lactancia materna, alimentación que aporta todo el líquido necesario.
  • Prepara correctamente la leche de fórmula para no concentrar en exceso la leche y limitar el aporte de líquidos y minerales que el organismo del bebé necesita.
  • A los niños que ya comen alimentos sólidos, ofrecer más frutas y verduras, con el objetivo de sumar agua con los alimentos que ingieren.
  • Ofrecer agua con frecuencia a los bebés que ya comen alimentos sólidos además de leche materna o de fórmula.
  • Evitar los refrescos o jugos para hidratar a los niños, pues éstos además de tener mucha azúcar y calorías, tienen un leve efecto diurético y no hidratan como lo hace el agua.
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