Una alimentación saludable es esencial para un buen desarrollo, por lo que es importante educar a los niños desde pequeños a alimentarse de manera adecuada, pues los hábitos alimentarios se consolidan mayormente en la etapa preescolar y tienen impacto en la salud a lo largo de toda la vida. Algo que los padres pueden hacer para contribuir en la incorporación de hábitos de alimentación saludable y por consecuencia, en la salud de sus hijos, es retrasar la incorporación de sal o cloruro de sodio hasta los dos años y luego, restringir su consumo derivado de alimentos procesados salados o dulces o adicionada a los alimentos naturales, pues al ser un intensificador del sabor altera la percepción de los mismos en su estado natural y repercute en la correcta aceptación de los nuevos alimentos, lo que es un objetivo educacional en esta etapa.
El problema del consumo excesivo de sal
La ingesta excesiva de sal o cloruro de sodio (sabor salado) o sodio (sin sabor), se asocia a sobrecarga renal y por consecuencia a mediano o largo plazo a alteraciones en la presión arterial, la cual si se desarrolla en edad temprana es probable que se mantenga en la adultez. La hipertensión en la infancia se vincula con el desarrollo precoz de problemas cardiacos, por lo que el consumo de sal o sodio de manera excesiva aumenta la probabilidad de sufrir accidentes cardiovasculares.
La buena noticia es que esto es complemetamente evitable controlando el consumo de sodio de los alimentos procesados dulces o salado o como sal de mesa.
El uso de sal en la comida de los niños
Se recomienda evitar incluir la sal en la comida complementaria de los niños que se les da a partir de los seis meses y hasta los dos años, debido a que sus riñones todavía no están capacitados para manejar grandes cantidades de sodio y porque están desarrollando sus papilas gustativas, por lo que es bueno evitar la sal para así generar hábitos alimenticios saludables.
Es importante también revisar las características del alimento que se consume, leyendo la etiqueta, ya que se estima que el 75% de la sal que se consume proviene de los alimentos en sí y no la sal que se le agrega al cocinarla o consumirla.
Cuando ya el niño come de todo se puede utilizar la sal si comen lo mismo que los adultos, pero es importante recordar que el aprendizaje más eficiente es por medio del ejemplo, por lo que para que tu hijo no consuma mucha sal es importante que en la casa el consumo de sal sea moderado, recordando que una manera saludable de añadirle más sabor a tus comidas es utilizando hierbas y condimentos naturales como; perejil, cilantro, laurel, orégano, lo que entregará a tu hijo y familia una mayor variedad de sabores de una manera saludable.
