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3 razones de porqué la rutina le entrega seguridad a tu hijo

Las rutinas en la vida de los niños son más importantes de lo que te imaginas. Los niños y los adultos, se sienten más seguros cuando sus vidas son predecibles.

Si bien la rutina hace la vida más fácil y organizada para los padres, ya que pueden distribuir su tiempo con antelación, para los niños es clave para el desarrollo.

La rutina entrega seguridad

Los niños no entienden como un adulto el concepto del tiempo. Se mueven entre hitos como “la hora del desayuno”, la “hora de jugar”, la “hora de lavarse los dientes”, etc. Es decir, comprenden el tiempo por los eventos que van sucediendo a lo largo del día.

Así, la rutina es necesaria en tres aspectos claves para el desarrollo de tu hijo:

  1. Cuando los acontecimientos suceden en el mismo orden todos los días, los niños tienen una mejor comprensión del mundo, se les transmite previsibilidad y por ende, se sienten más seguros.
  2. La rutina reduce la ansiedad, ya que saben qué es lo que viene “después” de por ejemplo ponerse pijama. O saben que después del jardín infantil, jugarán en la plaza.
  3. La rutina es un aporte para el desarrollo de una relación de apego seguro. Cuando los adultos se encargan de proveer entornos donde los niños pueden sentirse seguros, los niños aprenden a que pueden confiar en los demás para cuidar de ellos y satisfacer sus necesidades, por lo que llegan a ser libres y pueden relajarse para explorar su mundo

¿Qué rutinas puedo establecer en el día a día?

Hora de comer:

Cuando tu hijo comience con la alimentación complementaria ya puedes incorporar horarios un poco más rígidos al día a día. Es importante que tu guagua tenga un lugar especial para comer. Idealmente sentado en la mesa, con una silla para bebés, para que se acostumbre a comer en el mismo lugar que el resto de la familia. Asegúrate de que asocie el comer con cosas positivas y que la rutina se mantenga, aunque no estén en casa.

Siestas:

Los niños pequeños necesitan dormir, 2 o 3 siestas en el día. Con el paso del tiempo irás reconociendo las señales de que tu hijo tiene sueño. Haz caso a estas señales y úsalas para determinar los horarios de sus siestas.

Ordenar los juguetes

Una excelente forma de enseñarle a los niños sobre hábitos de orden es que, después de jugar, puedan ser ellos mismos quienes ordenen su pieza. Siempre considerando su edad y habilidades.

Hora de dormir:

Si acostumbras a tu hijo a una rutina por las noches, será más fácil que comience a dormir cada vez tramos más largos. Debe ser una rutina relajante, que lo ayude a conciliar el sueño. Darle un baño de tina antes de ir a la cama es muy buena opción.

Cepillarse los dientes:

Incluye una rutina de cepillado de dientes desde los primeros meses, utilizando un cepillo de dientes para bebés (usualmente son de goma) para limpiar sus encías. Hazlo todas las noches al principio y después de cada comida y toma de leche, cuando incorporas las papillas. De esta forma lo acostumbras a la higiene bucal desde pequeño.

Leer un cuento:

Incorporar la lectura al rito de la noche tiene increíbles beneficios. Lo ayudará a recordar palabras, asociar sonidos con imágenes y estimularás el desarrollo del lenguaje. Además, si leen un cuento juntos todas las noches antes de dormir, será un incentivo más para ir a la cama y tendrán un momento de conexión único, para compartir y disfrutar.