Alrededor de los 6 meses debe iniciarse la incorporación de alimentos sólidos, como papillas, en complemento a la lactancia materna o la fórmula. Acá es donde el niño se ve enfrentado a alimentos nuevos, y los padres se ven enfrentados al reto de que el niño pruebe estos alimentos.
A esta edad, el niño es capaz de manifestar sensaciones de hambre y saciedad, aceptando o rechazando los alimentos nuevos.
El rechazo inicial a nuevos alimentos se denomina como neofobia, que es un fenómeno fisiológico esperado, por lo que no hay que eliminar ese alimento rechazado de la dieta. Este alimento nuevo debe ser ofrecido en distintas ocasiones, sin forzarlo a que lo coma, para que eventualmente el niño lo acepte.
¿Cuáles deben ser estos nuevos alimentos?
- La papilla debe contener cereales y vegetales diversos, además de carnes bajas en grasa como el vacuno, pollo o pescado. Se recomienda agregar 2,3-3,0 ml de aceite vegetal crudo y hay que evitar agregarle sal. Revisa todos los alimentos en este post.
- De postre se recomienda ofrecerle un puré de fruta, cruda o cocida, sin agregarle azúcar o miel.
- Al momento de incorporar nuevos alimentos sólidos, se le puede ofrecer agua al niño (hervida si no es agua potable), sin adición de azúcar ni saborizantes, edulcorantes naturales o artificial.
Consejos al incorporar nuevos alimentos
- Al incorporar un alimento nuevo a la dieta, debe ser ofrecido uno a la vez y en cantidades pequeñas, para que el niño se vaya acostumbrando de a poco a esa nueva comida.
- Es importante que los niños se alimenten en un entorno tranquilo y agradable para ellos, evitando las distracciones y, especialmente, la televisión.
- Hay que respetar cuando el niño no quiere más comida, vigilando si esto se repite para descartar la relación de esto con una preferencia en ingredientes.
- Servirle la comida con sus utensilios propios, para que sepa identificarlos como suyos al momento de comer.