Ser un peatón prudente, educado y con criterio es un gran plus al hablar de seguridad vial. Muchos accidentes son provocados por peatones, y muchos peatones sufren graves accidentes por falta de educación. Hoy es el turno de los niños peatones.
Es un hecho: el peatón es el usuario más vulnerable de la vía y en mayor medida si se trata de niños.
¿Por qué son más vulnerables los niños peatones?
La verdad es que los niños peatones son más vulnerables por varias razones. Revisémoslas:
- Tienen una estatura menor, lo que les dificulta la visión del lugar. Y al mismo tiempo, se ven menos (podemos ver fácilmente a un adulto esperando para cruzar detrás de un auto estacionado, no es así con un niño pequeño).
- La amplitud del campo visual de los niños está reducido casi un tercio en comparación con el de los adultos.
- Tienen dificultades para calcular distancias y velocidades de los vehículos que se mueven en la vía pública. Tampoco manejan con seguridad qué es derecha ni izquierda.
- Se distraen con facilidad ante cualquier estímulo. Por ejemplo una pelota que se escapa, un perro cruzando. Recordemos que los niños no tienen plena conciencia del peligro.
Por lo anterior, es clave comenzar a educar en seguridad vial desde que son pequeños. Pero tenemos que tener en cuenta la edad que tengan nuestros hijos, ya que dependiendo de la etapa en la que se encuentre el niño debe ir adquiriendo unos conocimientos u otros según su autonomía personal y el conocimiento de su entorno físico.
UN NIÑO PREESCOLAR [ENTRE LOS 3-5 AÑOS] DEBERÍA CONOCER LO SIGUIENTE DE SEGURIDAD VIAL:
- Conocer la calle y cómo desplazarse por ella acompañado.
- Saber caminar por la acera siempre al lado derecho.
- Cruzar de forma segura por el cruce peatonal.
- Conocer los sitios seguros para jugar si lo hace en la calle.
- Qué significan los colores del semáforo. Pueden fabricar un semáforo de cartulina y practicar en casa.
- Comportarse adecuadamente en el bus escolar (esperar, subir, estar sentados y bajar ordenadamente).
- Adquirir buenas conductas para viajar en el auto familiar (entrar y salir por la puerta que da a la acera, no sacar brazos ni objetos fuera y mantenerse tranquilo no molestando a quien maneja).